Hoy os dejamos una práctica guía sobre cómo lavar tu peluca para que puedas hacerlo tú misma en casa. Antes de empezar, debemos tener en cuenta que las pelucas son algo delicadas y por mucho que sean de pelo natural tenemos que darle un trato diferente al que generalmente aplicamos en nuestro propio pelo. Si sigues estos sencillos pasos te ahorrarás más de un disgusto, pues muchas veces el no darle el trato adecuado hace que la peluca dure menos tiempo de lo previsto o llegues incluso a quedarte sin ella en ese mismo instante.
1. Cepíllala empezando por las puntas y continúa hacia arriba en la misma dirección descendente con un cepillo o un peine de púas anchas.
2. Sumérgela en agua fría donde hayas disuelto previamente un champú con mucha nutrición. Agita la peluca sin frotarla realizando, por ejemplo, movimientos circulares.
3. Déjala unos 5 minutos en agua fría con el champú nutritivo.
4. Enjuágala con agua también fría.
5. Acondiciona la peluca con productos nutritivos y enjuágala de nuevo con abundante agua fría.
6. Suavemente exprímele el agua sin retorcerla.
7. Sécala con una toalla dejando que esta se empape y absorba la humedad.
8. Coloca la peluca sobre un objeto alto o en pie y déjala secar completamente al aire.
9. Nunca la cepille cuando esté mojada.
10. Una vez seca, cepíllala desde las puntas hacia arriba (siguiendo las mismas indicaciones que seguiste en el paso 1).
No obstante, nosotras recomendamos que acudáis a un centro especializado cada cierto tiempo a lavar la peluca para un mantenimiento más duradero. Al fin y al cabo el profesional siempre hará un mejor trabajo con esta.
Las pelucas se deben lavar con una frecuencia de unas dos semanas aproximadamente. También dependerá del nivel de transpiración de cada persona, pues cuanto mayor sea, menor tiempo deberá haber entre cada lavado.
Lunes a jueves: 10.00 – 19.00
Viernes: 9.30 – 19.00
Sábado: 9.30 – 14.00